08 febrero 2008

Sobre la Disciplina

SOBRE LA DISCIPLINA

 Disciplina

En mi último Post comentaban que las clases tradicionales tenían como un aspecto positivo que promovían la disciplina.

Pero ¿qué es la disciplina?, ¿Acaso es sentarse en silencio durante horas enteras a oir hablar a un profesor?, ¿Eso genera disciplina?, ¿Si un estudiante logra mantenerse despierto en todas sus clases tradicionales, tratando de poner atención, se volverá una persona disciplinada?

Creo que el concepto de la disciplina va mucho más allá y requiere ciertamente entenderse para saber si realmente es deseable la disciplina como un objetivo educativo. Veamos lo que significa la disciplina: la Real Academia Española la define como la acción y el efecto de disciplinar, y esta acción a su vez la define como:
  1. Instruir, enseñar a alguien su profesión, dándole lecciones [aleccionándolo].
  2. Azotar, dar disciplinazos por mortificación o por castigo.
  3. Imponer, hacer guardar la disciplina (observancia de las leyes).
Creo que en ese sentido, las clases tradicionales si fomentan la disciplina, pero no creo que disciplinar sea algo que la educación debe buscar. No comparto que la 1 o 2 definición sean un ideal pedagógico y en cuanto a la 3 definición, hacer guardar la disciplina (obviando lo de imponer), estoy seguro que esa observancia de las leyes puede ser fomentada desde un amor y respeto hacia la ley, desde una comprensión profunda del por qué respetar las leyes más que de una imposición.

La disciplina entendida como un respeto hacia las leyes es necesaria, pero no enseñada de una forma impuesta y obligada cual prueba de resistencia: mantenerse despierto, en silencio y atento. La disciplina debe ser estimulada desde la comprensión de su importancia: que mejor ilustración para entender la disciplina que el imperativo categórico (palabras más, palabra menos: si todos hiciesen lo que yo hago, estaría bien: ¿si yo hablo y todos hablan estaría bien?).

Las clases tradicionales disciplinan (y debe ser por eso que tantos, pese a su educación, no respetan la ley), otro tipos de clases de las que hablaré en otra oprtunidad, estimulan la comprensión de la disciplina y desde allí hacen de la disciplina una cualidad de la persona, no una obligación.

Esto nos lleva a que en clase no se debe buscar disciplinar sino que se debe buscar que los estudiantes comprendan la disciplina a través de actividades como que ellos impongan las reglas de juego, a través de dilemas éticos, entre otros (lo mismo para los padres: no disciplinen, permitan y estimulen a sus hijos a comprender este concepto).

La próxima vez que se pase un semáforo en rojo no culpe a su educación tradicional, sino que piense en el imperativo categórico, al final decidirá si se lo pasa o no. Permitan que sus estudiantes puedan hacer ese razonamiento también, no los obliguen porque la disciplina si no se entiende y se impone, no tiene sentido.

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